RECONOCIMIENTO DEL AYUNTAMIENTO DE VITORIA-GASTEIZ A MARTÍN FIZ
En Reconocimiento a su extraordinaria trayectoria deportiva desarrollada en la modalidad atletismo (Maratón) y a su proyección internacional, ganador de las Six Majors, que hace posible que la ciudad de Vitoria-Gasteiz se conozca en todo el Mundo.
(Corporaciones Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz
DISCURSO DE MARTÍN FÍZ
«Hubo un soldado ateniense, FILÍPIDES, que tras recorrer los 38 km que separan las ciudades de Maratón y Atenas informó que los atenienses habían ganado la batalla de Maratón y, por tanto, las guerras médicas. Después de esto FALLECIÓ.
Se dice que durante el recorrido solo bebió zumo de sandía y lo que le iban ofreciendo los aldeanos de la zona.
Años más tarde, hubo un gudari vitoriano (alavés) que tras recorrer Salburua, Zabalgana, el Prado y el bosque de Armentia se dirigió a la plaza de la Virgen Blanca para anunciar a la virgen que Fiz quería conquistar Europa.
Y lo consiguió. Se dice que durante el camino bebió agua y el vino que le ofrecieron los bodegueros de la Rioja Alavesa.
Su logro pudo ser un golpe de suerte o mera casualidad, pero al año siguiente el mundo se rindió a sus pies y este vitoriano, aquí presente, convirtió un Corazón con Piernas en Campeón del Mundo.
Y me caí en mil batallas y todas esas cicatrices (Juegos Olímpicos de Atlanta) fueron el acicate para levantarme, luchar y seguir corriendo.
El descanso del gladiador, la tranquilidad y el sosiego nunca fueron mis mejores armas.
Quiero que Vitoria-Gasteiz se convierta en el Olimpo del deporte, pero quiero que la gente sepa que tuve sueños adolescentes, pero que también hay vida más allá de los cincuenta.
Y me fui a Nueva York, Tokio, Boston, Berlín y Chicago y sus ejércitos, poblados con más de 45.000 soldados no fueron suficientes para frenar a este gasteiztarra. Pero aún quedaba una rama para poder rellenar la corona de laurel: Londres.
En Londres caí malherido, me dieron donde más me duele. Quedé herido de muerte. Estuve mucho tiempo convaleciente: física y mentalmente.
¡Tan cerca de Vitoria o tan lejos quedaba Londres!
Volví a desempolvar mis alpargatas con la única intención de regresar a la capital británica. Y una vez más la épica , el dolor y la angustia volvieron a estar presentes. Esta vez creí que no podría levantarme.
Pero Vitoria-Gasteiz y todas sus tropas, amigos y familiares, se unieron para darme su aliento, energía, fuerza y el mejor reconstituyente: afecto y amistad para seguir hacia adelante.
Cojo y medio moribundo pude adelantar a todos mis rivales. Logré las Six Majors, ganamos (todos) las seis maratones más prestigiosas del Mundo: Nueva York, Tokio, Boston, Berlín, Chicago, bufffff… ¡y Londres! Somos Unos, Somos Únicos.
Este corazón con piernas, con canas y muchas ganas en el corazón es Martín Fiz, patrimonio de Vitoria, patrimonio vuestro, sin distinciones. Gracias»